A los jóvenes

miércoles, 24 de octubre de 2007

Octubre de 2007

Carta Abierta a los jóvenes

A Carrió, votála con las dos manos

A vos tal vez no te interese demasiado esto de las elecciones, y tal vez pienses que lo que te voy a decir ya lo escuchaste una y mil veces. La verdad, desde que fuiste un nene venís escuchando lindos discursos de políticos por la tele, que prometen un futuro maravilloso, donde todo va a estar super bien, y después resulta que todo sigue igual. A vos te podrán venir con ésto de que te no te importa nada, pero no es así, los que viven en un frasco de mayonesa son ellos, no vos.

También seguro habrás pensado, igual que muchos otros miles de jóvenes, que gane quien gane las elecciones, los problemas son siempre los mismos y nadie los soluciona, porque a los políticos les interesa el poder, la fama, el reconocimiento personal, pero mucho más importante, les interesa la guita, y todo lo demás, que reviente.

Creciste en democracia, algo que sabés nos costó sangre, sudor y lágrimas a los argentinos, y como cualquier persona de buena leche sabés que es algo que debemos cuidar, defender y valorar. Sin embargo, la política siempre te hizo ruido en la cabeza. Mejor dicho, los políticos de saco prolijo y su típico blah blah blah, sus grandilocuanecias, sus falsas promesas, te hacen ruido por los cuatro costados, porque sabés bién que vengan del partido que vengan, siempre te vienen la misma verdura: eso de que si los acompañás con el voto, el país va a salir adelante.

Y vos decís: acá los únicos que salen adelante son ellos, porque mi viejo se sigue rompiendo el alma como lo hizo toda la vida, de sol a sol, para llegar a fin de mes. Y tu vieja se la rompe el doble, porque además de laburar afuera te crió a vos y a tus hermanos, se encarga de la casa, en fin, corre todo el día para que todo más o menos esté organizado en la familia.

Lo mismo tus vecinos, tus parientes y los padres de los pibes con los que te juntás a tomar una cerveza los fines de semana. Y vos, que te levantás temprano, te tomás el bondi o el tren, laburás, comés en la calle, volvés a laburar, y regresás a tu casa pensando, mientras te ponés los auriculares, que este cuatrimestre otra vez vas a colgar las materias porque estás hecho percha, y además con la poca plata que te queda sabés bien que o comprás los apuntes o la guardás para ir al recital.

A ellos, en cambio no les pasa lo mismo. Al contrario, los ministros y funcionarios se la pasan el tele y en la radio, pero a fin de mes cobran su sueldo como si nada, los diputados van al congreso 3 veces al año y cuando van no hacen más que levantar la manito para aprobar a libro cerrado las leyes que manda el presidente.

No tenés dudas, estos tipos, profesionales, con estudios, de buena vida y un pasado de oportunidades, llegan al poder y chau, no les importa más nada. Sólo les importa los cargos, tratar de quedarse en los lugares todo el tiempo que se pueda, y en cuanto te descuidás la acomodan a la hermana, al hijo, al sobrino, al cuñado a la suegra, y dale que vá. Y los que llegaron con esfuerzo, con lo puesto, enseguida le agarran el gustito al poder y se olvidan de sus raíces, y cambian el auto por una 4x4, se compran una casa en la costa, empiezan a hacerse cirujías estéticas, y vos los vés y decís: ¡pero si éste era un pobre gato igual que yo y ahora de qué se las dá!

Por eso, cuando ves un debate de candidatos seguramente cambiás de canal y te colgás con alguna peli o alguna serie copada, porque al menos, qué se yo, te entretenés y aprovechás el poco tiempo libre que tenés, en vez de bancarte a tipos abriendo la boca y levantando le dedo frente a una cámara diciendo que tienen la posta, cuando todos sabemos que después hacen lo de siempre: mentir, usar los fondos públicos en beneficio propio, repartir planes, colchones, chapas y fideos para conseguir votos, devolver gentilezas a los amigos que ayudaron en la campaña y tapar todo, si total después se contratan un buen abogado que les salve las papas y listo, todo sigue como si nada.

Pero un día prendiste la tele y la viste decir cosas que por lo general no dicen los políticos caretas de siempre. Escuchaste cosas distintas de la boca de una mujer directa, sensata, de convicciones, y la miraste a tu vieja y tu vieja te miró a vos: “tiene razón”, pensaron los dos, “es verdad lo que dice”.

Después vino el desastre, y lo que esa mujer había dicho, vos veías con tus propios ojos que estaba sucediendo. “Se llevan puesto el país”, había dicho mientras todos los demás, de un lado o del otro, lo negaban Y efectivamente, luego vino el desastre de los bancos, la fuga de plata al axterior, el corralito, la estafa a los ahorristas, el desempleo, los desocupados, la pobreza, la indigencia, todo lo que ya sabés.

Pasaron 6 años y algunas cosas se acomodaron, es lógico, tocamos fondo y de ahí en más o salís o salís, pero muchas otras siguen mal, muy mal: la inflación, los alquileres imposibles, de comprar una vivienda, ni hablar, el trabajo en negro y mal pago, los servicios públicos un desastre, las valijas voladoras con los dólares, las coimas del caso Skanka y tantos otros, la mentira del INDEC, o el dibujo del gobierno para negar lo que vos y todos en tu casa saben lo que sucede con los precios: la papa, prohibitva, el tomate, más caro que la carne, la leche, más cara que la cerveza, los planes sociales y el choripán y la jarra loca a cambio de ir a los actos del gobieno.

Pero lo peor de todo es que los que hacen plata tienen cada vez más plata, y los que se cayeron una y mil veces siguen corriendo la galga a pesar del crecimiento. Esto es así porque la desigualdad no se ha revertido, ahora el pobre, el que vive en la miseria tal vez tenga algún rebusque, pero sigue siendo un excluído, y él sabe muy bién que mientras todo siga así, su realidad y la de sus hijos no se va a modificar.

Pasaron algunos años y ahora vas a votar por primera o segunda vez. Este domingo 28 tenemos una chance de cambiar todo eso. Esa mujer que siempre dijo la verdad, “la carrió” –así la conocimos todos-, ahora está dando la pelea por la presidencia para cortar con todo esto de una buena vez. Entre otras ideas, piensa implementar un ingreso ciudadano para TODOS los niños y abuelos, sin excepción. ¿no es una buena forma de empezar? Y la verdad no le creas a los que hacen encuestas y te dicen que ya no hay nada que hacer, porque no estás solo, porque somos muchos, millones de argentinos que la vamos a votar a CARRIÓ con LAS DOS MANOS.


Marcos Iglesias Larraza
iglmarcos@gmail.com